«Sniper Ghost Warrior 3»: un mundo abierto desde el punto de mira

por | 24 mayo, 2017

Hay público para los juegos de disparos a larga distancia. Y si no, debería haberlo. Sea un planteamiento de nicho o sencillamente algo más, la propuesta de «Sniper Ghost Warrior 3» parte de esa demanda existente, pero la reunión de varios esquemas de juego propios del género con una libertad de acción pasan se quedan en casi nada por culpa de una terrible ejecución.

Tenía algunos aspectos interesantes este videojuego de aspiraciones propias de las grandes superproducciones. Y lo merecía. El juego combina dos grandes estructuras: la de un juego de disparos en primera persona y un entorno abierto a explorar. Por ese entorno libre, extenso, se puede campar a sus anchas en busca de acción, pero también intenta lucirse con elementos de sigilo. Tomando como inspiración a títulos como la serie Far Cry, sobre todo por su planteamiento técnico y el manejo de vehículos para los desplazamientos, el videojugador se aprovecha, sin embargo, de un generoso y modificable arsenal de armas con los que ponerse en la línea de fuego.

Pero a veces no todo es únicamente tener a mano buenos ingredientes para disfrutar de un plato exquisito. Porque la resolución, aunque ambiciosa y prometedora, no logra trascender del todo las exigencias ni lucirse en la mayoría de apartados. Enseguida detectamos la razón de ser del videojuego. A ver. Somos Jonathan North, soldado de élite, cuya misión principal es solucionar el conflicto interno en un territorio a explorar y desestabilizar las unidades separatistas.

Las misiones principales, una veintena que se completan en unas diez horas, ejercen básicamente de contratos. Una vez aceptados, el videojugador debe, pistola y arma en ristre, acudir a diversas zonas perfectamente marcadas en el mapa. No hay pérdida ni misterio en casi nada. Nos dirigimos y, ¡bumba!, a limpiar la zona de enemigos. Muchas de ellas rozando la linealidad pero abiertas en el sentido estratégico.

Son pocas las connotaciones históricas que nos hacen comprender el mensaje. Intentando profundizar en los distintos personajes, el juego imprime una sensación de desolación y frustración permanente que nos lleva a abordar las diferentes actividades (principales y secundarias) desde el mismo ángulo. Afortunadamente, abordar cada misión es un recreo en el que el jugador puede apoyarse en un planteamiento estratégico y la observación o, por el contrario, liarse a tiros indiscriminadamente, aunque en estos casos lo más probable es que caigamos en combate a las primeras de cambio.

Siendo primeramente un juego pensado para el combate a larga distancia, la variedad de rifles de francotirador no es tan abundante como cabría esperar y toca a la puerta, en ocasiones, de la reiteración. Como tampoco lo es la capacidad del cargador que en muchas ocasiones nos empujaba resolver el conflicto sobre el terreno. Sí se puede hacer uso, en cambio, de silenciadores, aunque llama especialmente la atención la dinámica del juego sobre su durabilidad: éstos se pueden romper y requiere de regresar al piso franco a arreglarlos si se desea minimizar el ruido.

Gran parte de los escenarios están diseñados para aprovechar una cobertura en lo alto que ponga a prueba la capacidad con la mira telescópica. Lo primero que uno tiende a hacer es, sin duda, buscar una posición elevada. Dependiendo del arma utilizada, se puede ajustar algunos niveles como el zoom y el punto de mira, en donde intervienen algunos parámetros como la distancia de la víctima y la dirección del viento. Aunque cuando activamos el control de respiración todo resulta más fácil. Todos esos elementos están contemplados para aparentar un mayor realismo.

Hay tres modos de juego dependiendo del nivel y exigencia, siendo un modo realista complicado al permitir que con un disparo recibido se nos acabe la misión a las primeras de cambio. Cabe destacar un extraño comportamiento de la inteligencia artificial de los enemigos que en ocasiones les lleva a buscar rápidamente una cobertura y no salir de ella o sufrir de ciertas inconsistencias.

Donde mayor frustración nos encontramos en sin duda en los constantes errores técnicos, caídas y ralentización de imágenes, así como los terribles tiempos de carga. Todo ello empaña a la propia experiencia final. Además, el apartado audiovisual intenta, sin conseguirlo, sacar provecho a las tecnología gráfica, produciendo texturas extrañas y detalles algo más sombríos.

Disponible para: PlayStation 4, Xbox One, PC

Género: disparos, mundo abierto

Desarrollador: CI Games

Precio: 59,95 euros

Te gustará si: disfrutaste de la serie, si te encanta otra serie como Sniper Elite o Far Cry
Source: ABC

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