En las primeras semanas de campaña, cuando le preguntaron cómo llevaba los malos resultados en los sondeos y los constantes ataques en la prensa, Jeremy Corbyn respondió con cuatro palabras: “Monsieur Zen está bien”. El líder regalaba al mundo un apodo con el que dirigirse a él, mucho más elegante que el de “viejo blandengue con cabeza de cordero” que le dedicó Boris Johnson.
Source: El país